¡¡Buenos días a tod@s!!
De nuevo nos ponemos en contacto con vosotros para informar a los propietarios más curiosos. Hoy queremos presentaros la displasia de cadera, la patología ósea más habitual en perros de razas grandes. Tal es así, que en algunas razas como el Bull dog, el Mastín Napolitano y el Pastor Alemán, entre muchos otros, padecen la enfermedad con una probabilidad del 25 al 70%.
Esta patología afecta la articulación coxofemoral, articulación formada por la cadera y las extremidades posteriores. En los animales que padecen displasia de cadera, encontramos una mala congruencia entre el acetábulo y las cabezas femorales, causando inestabilidad, incluso luxación de la propia articulación. Esta inestabilidad repercute en los cartílagos, degradándolos, produciendo inflamación y dolor al animal. Con el tiempo, el daño articular progresa, apareciendo cojeras, dificultad para subir escaleras, debilidad y atrofia muscular del tercio posterior.
¿Qué podemos hacer por nuestra mascota?
Debemos tener en cuenta que estamos delante de una patología con gran componente hereditario. Pero, por otro lado existen ciertos factores que influyen en su desarrollo. Estos factores, son los puntos clave dónde debemos actuar.
Una buena alimentación es esencial para evitar los déficits nutricionales que pueden afectar el crecimiento de nuestro cachorro.
Evitar el sobrepeso protegerá las articulaciones de una sobrecarga. Para ello, debemos establecer una pauta de ejercicio moderado que no acuse el proceso y ayude a nuestra mascota a mantenerse en el peso ideal.
Existen suplementos dietéticos destinados a garantizar la buena conformación de los cartílagos. En estos suplementos encontramos condroitín sulfato, vitamina E, sulfato de manganeso,…
Al igual que todos estos puntos de prevención, es primordial un diagnóstico precoz para poder actuar cuanto antes sobre la displasia, retrasando su progresión y asegurarles una buena calidad de vida. Para ello, disponemos de varios métodos entre los que encontramos la placa de distracción de cadera, método desarrollado por la Universidad de Pensilvania en EEUU. Se trata de la realización de un estudio radiográfico, con su posterior análisis, que nos permite emitir un diagnóstico a los 4 meses de edad. Basándonos en este, podemos elegir el tratamiento personalizado y adecuado a cada mascota.
Os recomendamos qué os acerquéis a nuestra clínica veterinaria de Pamplona para poder informaros más detalladamente.