Siroco es un chichuahua de ojos verdosos muy inteligente. Además de inteligente, es muy bueno. Marta y Florentina, sus dueñas, están encantadas con él, al igual que el resto de la familia, aunque a veces nos cuentan que es un poco trasto, aunque con lo que se hace querer se lo perdonamos todo.
Hace unas semanas observaron que al despertarse Siroco tenía el ojo derecho más cerrado de lo habitual, por lo que decidieron hacernos una visita.
Siroco, como siempre, entró contentísimo a la clínica, reclamando su ración de mimos y chuches, ¡sabe que no nos podemos negar! A pesar de todo lo animado que estaba, enseguida observamos lo que nos habían contado: Siroco “guiñaba” ligeramente el ojo derecho.
Una vez en la mesa de exploración le tomamos todas las constantes, que estaban perfectas, así que procedimos a la exploración ocular.
Pudimos observar que Siroco tenía las mucosas conjuntivas de ambos ojos enrojecidas y que, el ojo derecho, producía más lágrima de lo habitual, pigmentando el pelo de la zona del lacrimal.
Además, realizamos una tinción especial con fluoresceínaen el ojo derecho. Esta tinción sirve para ver si existen úlceras corneales. El colirio de fluoresceína tiene un color naranja, que después se torna a amarillo florescente. Si existen úlceras este colorante se deposita en la zona ulcerada y después, al iluminar el ojo con luz ultravioleta, la úlcera brilla de forma luminiscente. En caso contrario, si el ojo está bien, no se observará ningún brillo.
En el caso de Siroco tuvimos suerte esta vez, no existían úlceras corneales de ningún tipo, y todos sus síntomas se debían a una conjuntivitis aguda.
Las conjuntivitis pueden tener varios orígenes: alérgica, irritativa, traumática, autoinmune, bacteriana, vírica, etc.
Las más frecuentes suelen ser las bacterianas y las irritativas. Además, Siroco es un chichuahua, y debido a los ojos saltones (exoftalmia) característicos de esta raza sus ojos están mucho más expuestos a cualquier agresión. Su pequeño tamaño tampoco le favorece, ya que al caminar más cerca del suelo es más probable que cualquier are
nilla, humo o polvo se introduzca dentro de sus ojos, resecándolos y favoreciendo una lesión y/o infección.
Una vez determinada la causa de por qué Siroco tenía el ojo cerrado pautamos el tratamiento. Durante los siguientes días Florentina y Marta le aplicaron un colirio antibiótico en ambos ojos, obteniendo muy buena respuesta, en seguida sus ojos volvieron a la normalidad, recuperándose por completo.
¡Ahora puede planear con una visión óptima su siguiente travesura!
