Consejos

Cómo enseño a mi perro a hacer pis y cacas fuera de casa? (1ª parte)

¡¡Hola a todos!! ¿Qué tal estáis? Esperamos que las vacaciones os hayan sentado fenomenal.

Nosotras os hemos preparado una serie de artículos relacionados con el comportamiento de nuestros amigos, con pautas para ayudaros con algunos de los “problemas” más frecuentes. Así que si durante las vacaciones habéis incorporado a un nuevo miembro en la familia, seguro que os serán útiles. Si ya tenemos a un perro en casa, seguro que sacáis provecho de alguno de los consejos.

La llegada a casa de nuestro nuevo cachorro es una alegría y entretenimiento para toda la familia. Pero sus micciones y defecaciones no son tan agradables. Debemos entender que se trata de un perrito de corta edad, y es normal que haga sus necesidades en casa. No debemos preocuparnos, porqué con una serie de acciones, modificaremos su conducta y conseguiremos lo que nos propongamos.

¿Cuando podemos que empezar a enseñarles?

Se ha demostrado que a partir de la 3ª semana de vida, empiezan a eliminar lejos de la zona donde duermen. Desde la 5ª a la 9ª semana van delimitando esta zona. Es recomendable que a partir de la 9ª semana empecemos con las estrategias de adiestramiento.

El término “eliminar” en un cachorro, hace referencia a la acción de orinar y defecar. Es un término que utilizaremos de forma habitual en los siguientes posts.

¿Qué debo hacer para que me entienda?

El adiestramiento suele ser muy efectivo. Para lograrlo se necesita mucha dedicación y paciencia. Es importante que se involucren todas las personas que conviven con el cachorro.
Obtendremos buenos resultados si no retrasamos su inicio y lo reforzamos diariamente.

Para encauzar la eliminación en el exterior de la vivienda

– Recompensaremos las acciones “buenas” o deseadas (refuerzo positivo) de forma inmediata: una caricia, el juego o un “snack” que le guste.

– “Ignoraremos” o “castigaremos” las acciones que no queremos que se repitan (refuerzo negativo) de forma inmediata. El mero hecho de estar 5-10 minutos sin prestarles atención es un “castigo” eficaz. Los cachorros y los perros adultos, continuamente demandan nuestra atención y estima.

Podemos dar una orden negativa (“¡No!”) con un tono de voz grave e imperativo o hacer un ruido estridente con una lata, un periódico o un adiestrador audible (silbato). Estos útiles nos sirven como refuerzo negativo porqué suelen ser ruidos desagradables.

Nunca se debe usar un refuerzo negativo que provoque una respuesta de miedo excesivo. Los “castigos” deben ser estímulos desagradables por el ruido que provoquen: Un periódico, un silbato, una bocina, etc. Por el olor: cítricos, citronella, etc. O por el tono de voz que empleemos, pero ¡¡Nunca debemos recurrir al castigo físico!!

Los paseos muy frecuentes y regulares (recomendamos hacerlos cada 2 horas en cachorros de 7-8 semanas) facilitan que las micciones o defecaciones se produzcan en el exterior. En ese momento, es cuando ¡debemos premiarlo!. Estos primeros paseos se pueden realizar en nuestro jardín, si disponemos de él, y siempre dirigiéndonos a la zona previamente elegida para la eliminación.

¿Cuándo programamos los paseos?

– Cuando el cachorro se despierte.
– Después de jugar con él.
– Al regresar a casa, cuando hemos estado varias horas fuera.
– Después de cada comida.

Es importante que le acerquemos a la zona que hemos preparado para eliminación. Y premiar en el momento en que realice una buena acción.

Regular los programas de alimentación ayuda a controlar las defecaciones: recomendamos ofrecer la comida 2-3 veces al día, respetando las mismas horas. Dejarla 15-30 minutos, y retirar el pienso que no haya comido. Algunas razas necesitan mayor número de tomas.

Ofrecer la comida y bebida antes de los paseos, estimula la motilidad de su tracto digestivo. Así, aumentaremos la probabilidad de la defecación durante este paseo. De nuevo, debemos premiarlo. Pasa lo mismo tras dormir y los juegos.

Esperamos que estos días empecéis a poner en práctica estos consejos. En unos días publicaremos la segunda parte del artículo, así que si tenéis dudas o queréis consultarnos vuestro caso, ya sabéis que estamos a vuestra disposición.

Un abrazo amigos y ¡nos vemos pronto en nuestra clínica veterinaria!

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